La espera.


Te veo llegar cada día
Como a esta hora
Iré tomando ya como costumbre
Sentarme a esperar
pa´ ver si alcanzo a tener
Un vistazo de tu piel
Por eso sigo fiel cada día a tu espera
Tomando tus gestos
Como madrigueras
Tu tranquilidad me ecualiza
Y ya quiero conocer
Lo que te envuelve
Eso que te hacer ser
Tan intensa mujer de expresión tan sincera
Y vuela, las horas vuelan
Y vuela el pensamiento con la intriga como mariposas
Vuela en la barriga
Y vuela, los días vuelan
Y la oportunidades pa´ conocerte vuelan ahh
Pero yo, ya le cogi el gustito a la espera.

Te veo llegar cada día
Y cuando demoras
Me entra una ansiedad que palpita
Y toda la sangre se me hace miel
Cuando te llego a ver
Tan bella como ayer
Y vuelvo te miro bien
Y te encuentro más bella
Es raro lo acepto
De alguna manera
Pero en realidad es distinto
En ti veo luces que no veré
Dudas que no sabre
Cosas sencillas que
Me encantaría tener una vida completa
Pero vuela, las horas vuelan
Vuela el pensamiento con la intriga como mariposas
Vuela en la barriga
Y vuela, los días vuelan
Y la oportunidades pa´ conocerte vuelan
Pero yo, ya le cogi el gustito a la espera...

Porque esta noche no duermes lejos.

Porque esta noche duermes lejos
y en una cama con demasiado sueño,
yo estoy aquí despierta,
con una mano mía y otra tuya.
Tú seguirás allí
desnudo como tú
y yo seguiré aquí
desnuda como yo.
Mi boca es ya muy larga y piensa mucho
y tu cabello es corto y tiene sueño.
Ya no hay tiempo para estar
desnudos como uno
los dos.

El silencio que queda entre dos palabras.

El silencio que queda entre dos palabras
no es el mismo silencio que envuelve una cabeza cuando cae,
ni tampoco el que estampa la presencia del árbol
cuando se apaga el incendio vespertino del viento. 

Así como cada voz tiene un timbre y una altura,
cada silencio tiene un registro y una profundidad.
El silencio de un hombre es distinto del silencio de otro
y no es lo mismo callar un nombre que callar otro nombre. 

Existe un alfabeto del silencio,
pero no nos han enseñado a deletrearlo.
Sin embargo, la lectura del silencio es la única durable,
tal vez más que el lector.



(RJ)

Me da.


La sensación de que no existe el tiempo, cuando están tus manos sobre mis mejillas ...

Zensaciones.

Que extraño se siente amar a alguien que no está.
Querer hasta el fin sin saber ni mas ni menos.
Cuando todo lo que diste se convierte en la nada misma,
y saber que un día callaste, lo que mañana ya no dolerá ..

Mad ones.


The only people for me are the mad ones, 
the ones who are mad to live, mad to talk, 
mad to be saved, desirous of everything at 
the same time, the ones who never yawn 
or say a commonplace thing, but burn, burn, 
burn, like fabulous yellow roman candles 
exploding like spiders across the stars... 

Jack Kerouac

Solamente tú.

Regálame tu risa, 
enseñame a soñar
con solo una caricia 
me pierdo en este mar.
Regálame tu estrella, 
la que ilumina esta noche
llena de paz y de armonía, 
y te entregaré mi vida

Haces que mi cielo 
vuelva a tener ese azul, 
pintas de colores 
mis mañanas solo tú
navego entre las olas de tu voz 
y tú, y tú, y tú, y solamente tú
haces que mi alma se despierte con tu luz
y tú, y tú, y tú..

Enseña tus heridas y así la curará
que sepa el mundo entero
que tu voz guarda un secreto ...
No menciones tu nombre que en el firmamento
se mueren de celos
tus ojos son destellos
tu garganta es un misterio.

Haces que mi cielo 
vuelva a tener ese azul, 
pintas de colores 
mis mañanas solo tú
navego entre las olas de tu voz 
y tú, y tú, y tú, y solamente tú
haces que mi alma se despierte con tu luz
y tú, y tú, y tú, y solamente tú
haces que mi alma se despierte con tu luz
y tú, y tú, y tú..

No menciones tu nombre que en el firmamento
se mueren de celos
tus ojos son destellos
tu garganta es un misterio ...

Hace que mi cielo 
vuelva a tener ese azul, 
tintas de colores 
mi mañana solo tú
navego entre la sola de tu voz 
y tú, y tú, y tú, y solamente tú
hace que mi alma se despierte con tu luz
y tú, y tú, y tú..



Espantapájaros.

No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductibleen una exposición de zanahorias; - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. 
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! 
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?tan locamente, de María Luisa. 
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres... ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. 
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo! 
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?Después de conocer una mujer etérea, ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar, que pueda hacerse el amor más que volando ...


(OG)

Fuegos.

Cada persona brilla con luz propia
entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos
y fuegos de todos colores.
Hay gente de fuego sereno
que ni se entera del viento,
y gente de fuego loco
que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos
no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende ...
(EG)

VII.


“Vendrás conmigo”, sin que nadie supiera
dónde y cómo latía mi estado doloroso,
y para mí no había clavel ni barcarola,
nada sino una herida por el amor abierta.

Repetí: ven conmigo, como si me muriera,
y nadie vio en mi boca la luna que sangraba,
nadie vio aquella sangre que subía al silencio.
¡Amor, ahora olvidemos la estrella con espinas!

Por eso cuando oí que tu voz repetía
”Vendrás conmigo”, fue como si desataras
dolor, amor, la furia del vino encarcelado

que desde su bodega sumergida subiera
y otra vez en mi boca sentí un sabor de llama,
de sangre y de claveles, de piedra y quemadura.
(PN)

El hueco en el que anido.

Se quema la tarde mientras yo te miro sin que te des cuenta.
Y exhala tu pena un perfume muy dulce y se congela el sueño.
Se apagan los cuerpos, miras la ventana con aire ausente
como quien mira alumbrada por la luz del ocaso a un niño que duerme.

Tus ojos se tiñen con el viejo color de la infancia,
nostalgia del tiempo en que todo tenía respuesta,
en que era más largo el verano y más pequeño tu mundo.
Y unos pasos seguían siempre de cerca a los tuyos.

Y yo te diría, no sé,
que las cosas van a marchar bien,
te mostraría el futuro, la borra del café,
con ángeles y estrellas,
noches, milongas
e historias, ¿recuerdas?, que hablan
de viejos amantes que crecen,
que dudan y esperan
su turno mientras anochece
y el mundo se enferma.

A veces vigilo con calma tu rostro mientras miras fuera.
Escribes, navegas, revisas las fotos del último viaje.
Y cubre de nieblas tu piel, sin aviso, la memoria herida.
Fumas un cigarro, suspiras y esparces todas las cenizas.

Te callas y el miedo, feroz, cose tus pestañas.
Delicadas alas de una dulce mariposa,
veloz, fuerte y luminosa. Sin tregua persigo su vuelo
y cubre nuestra casa el polvo del recuerdo,

Y, como la tierra generosa abraza la raíz
de un frutal encendido, yo te abrazo a ti.
Y abrazo tu ropa, no sé, tus maletas
tu rostro, tus dudas, tus pies, su huella,
tus manos y hasta tus zapatos,
tu pena, mi castigo,
la curva de tu espalda,
el hueco en el que anido.

(IS)

El viaje.

El hombre inteligente viaja para enriquecer después su vida en los días sedentarios, que son más numerosos ...

Detener la palabra.

Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que puede prescindir de todo nido.

El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.

(RJ)

Un martes de julio ...




... acá me encontré, buscando una hoja en blanco, buscando encontrarte ...